martes, agosto 17

Låt den rätte komma in, Let the right one in, Déjame entrar. Película de vampiros. (Descarga y Online)


El ocaso del crepúsculo


Hace un par de años fui a ver crepúsculo (con minúsculas nomás) al cine luego que una amiga me andara contando los libros de Stephanie Meyer por durante todo el ciclo de la universidad. Una historia sobre vampiros, hombres lobos y demás seres tomados de la mitología medieval. Había una relación de amor entre un vampiro y una humana, sangre y se realizaba en tiempos modernos. Nunca me gustaron los Best Sellers porque son los mejores vendidos mas nunca los mejores escritos y esta película estaba basada en la trilogía de Meyer. Todo es marketing y adaptarlas al cine con la actriz más buena como protagonista. Bueno, aquella noche fui al cine bien acompañado. Compré la canchita y la gaseosa de rigor y me senté a ver aquella película.

Pocas veces en mi vida me he arrepentido de perder el tiempo porque normalmente no hago nada. Salí del cine y  escuché a adolescentes hablar maravillas de la película, sobre lo guapo que era el protagonista, sobre las escenas de amor y acción. Yo aún no salía de mi estado de aturdimiento. ¿Había realmente visto la película del año como decía un slogan en el diario decano del Perú? Era una historia rosa, de aquellas que quieren tener un aire pop rock punkeke underground pero lo que consiguen es sólo un monumento más al despilfarro (con el hambre que hay en el mundo) y una película sólo comparable con una telenovela mexicana. Vampiros asexuados, sin maldad en el alma, sin ganas de chupar sangre, sin ganas de crear caos. Vampiros que se sientan a comer con un humano y no es el humano la cena. Vampiros que brillan ante el sol y no se queman, vampiros que uno cree que son la comunidad de los hobbits, todos felices, todos con ganas de salir al sol y cantar como los pitufos. La historia sólo me creó ganas de pegarle a mi amiga porque la curiosidad que me había creado fue la causante de que me sintiera tan estafado y no sólo me sentí estafado porque era día de semana y no martes y la entrada me había costado el doble o porque no le robé ni un beso a mi acompañante sino porque la nueva generación de mocosos emos y desubicados tenían semejante sorete como referencia al mundo de los vampiros. 

Entonces, como un rayo de esperanza cuando me sentía triste porque los vampiros que conocía como los que aparecían en Nosferatu o la hollywoodense Entrevista con el vampiro andaban en completa decandencia y pintándose los labios encontré en la red la película sueca Låt den rätte komma in (Let the right one in, Déjame entrar) estrenada en el mismo año que crepúsculo pero que jamás estaría en nuestra mediocre cartelera comercial. 

Debo admitir que no tenía muchas esperanzas cuando empecé a ver la película. No conocía casi nada del cine sueco y una película de vampiros salida de ese medio no me creaba mucha curiosidad pero allí la tenía, corriendo en el monitor.

¿Quién no suele recordar aquel amor de infancia o entrando en la adolescencia? ¿Quién no estuvo enamorado de su vecina? ¿Quién no recuerda su primer beso en momentos de cursilería? Está película logró remover toneladas de recuerdos dentro de mí, me dejó con la curiosidad por saber que fue de aquellas chicas que alguna vez en mi vida prematura había querido y las había sofocado con besos torpes. El director, Tomas Alfredson, nos muestra a Eli, una niña de 12 años que un día llega con su papá a vivir a un edificio donde conoce a Oscar, su vecino, con el que compartirá juegos y se sentirá muy cercana. Ahora, todo parecería un simple drama si no fuera porque Eli es un vampiro y su padre es un ser extraño que le consigue la sangre y ella se ve en la necesidad de conseguirla por sus medios cuando él no logra satisfacerla; pero lo hace del modo de la vieja escuela: asesinando, mordiendo fuerte el cuello de su víctima, manchándose todo el rostro con sangre, relamiéndose los labios frente al cadáver.

La película es por momentos sombría, por momentos romántica mostrando como los dos niños construyen una relación extraña y cercana al amor. Por momentos se vuelve visceral y nos mancha de rojo y nos hace recordar que los vampiros no son buenos, que son creaciones aberrantes y sólo pueden sobrevivir de la muerte y en muchos casos de la soledad.

El final de la película es fenomenal, nos deja con dudas y esperando una segunda parte que muy probablemente jamás se realice. La fotografía de la película es muy buena, al igual que las tomas y los silencios que se presentan.

Cerré la ventana de la película y me quedé con una ligera sonrisa en los labios. Que se vayan a tomar por donde quieran esos vampiros rosaditos y delicados. Que Eli aparezca y se los coma. El fin del cine de vampiros no está cerca sólo que nuestra cartelera tiene un glaucoma crónico. Déjame entrar rescata un género donde sólo falta alguno de las maricas de los Jonas Brothers de vampiro, le vuelve a dar aire nuevo aunque después venga la segunda y la tercera roca de Meyer para dejarnos un hematoma cerebral. Altamente recomendable para quienes andan tristes porque su vampiro se puso un corpiño y salió del closet, tengan cerca el mail de sus primeros amores porque después les dará ganas de saber de ellas.



Titulo: Let the Right One In (2008)
Genero: Drama, terror.
Idioma: Sueco, subtitulos en español por separados
Tamaño: 700 MB aprox
Formato: avi


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